Lyrics to Perdónalos
Perdónalos padre por su angustia y su fragilidad,
Por haber perdido sus matices de divinidad
Y haber escondido sus raíces en su vanidad,
Por las cicatrices de la humanidad.
Por haber metido las narices donde no los llaman
Y haber golpeado y maltratado a los que se aman,
Por haber prohibido el amor libre,
Por la tumba al torpe,
Por la eterna culpa que sienten sin tener un por qué.
Perdónalos, son ciegos aunque no lo admitan,
Tienen la fuerza de un titán pero tiritan.
Se debilitan, supeditan su destino y voluntad
A la ansiedad de que cosas que no necesitan.
Y así les va, esclavos en el paraíso,
Soldados de Ares, víctimas de Dioniso,
Sumisos del televisor y sordos al compromiso,
Haciendo caso omiso del aviso
De que así son los caminos que nos hacen presos,
Inconexos dioses de la purga.
Escenificando horrores de una dramaturga,
Sin voces que nos hurgan a vivir a lo que surja.
Perdónalos por Stalingrado y las Ardenas,
Por Guadalcanal, hay sangre en nuestras venas.
Por tremendas masacres obscenas, centenas,
Por haber prometido a tantas Helenas
En contra de su voluntad, marchitada inocencia,
Mecenas con las arcas llenas por la providencia,
Escenas que nos estremecen y ¿Quién nos creerá?
Si apenas queda transparencia en nuestra atmósfera.
Y es verídico, somos adalides de lo cínico,
Descorazonados por lo empírico,
Tan preocupados por respuestas que no llegan nunca,
Que ya hemos olvidado las preguntas.
Perdónalos,
Por dejar que la violencia,
Corra más que la conciencia
Y sea siempre así.
Perdónalos,
Por las balas y los hombres,
Que disparan en tu nombre,
En este mundo gris.
Perdónalos padre por su indiferencia y su codicia,
Por no enfrentar al mal si ese mal les beneficia,
Por el agua, por la asfixia simulada,
Porque cada vez que daban esperaban de vuelta algo más que nada.
Por dejar campar a la miseria y la desgracia,
Dueñas de las calles de Los Ángeles o Francia,
Los lujos de Bizancio fueron cárceles de Tracia,
Por cambiar cooperación por eficacia.
Por la mafia y su vendetta, los Balcanes y balcones con metralla de escopeta,
Los cartuchos de Beretta haciendo siluetas crueles en las pieles,
Por la fe dogmatizada de tus fieles.
Por los bienes por encima de los quienes,
Por los dólares, los euros y los yenes,
La quema de volúmenes en piras que lloraron las estrellas,
Tratando de callar a los poetas y sus epopeyas.
Por las sombras que dejaron nuestras huellas,
Por las 192 de Atocha, va por ellas,
Y por decenas de miles en Oriente Medio,
Por hacer que la muerte ahora tenga premio.
Tenemos un problema Houston,
Si amenazamos censuramos genios como Newton,
Los abocamos con el miedo a la mentira
Y a la farsa eterna,
Sabiendo que nos matan si entramos de nuevo en La Caverna.
Perdónalos por asesinar al disidente, ¡ojo!
Fuera antisemitismo o terror rojo.
Por echar el cerrojo y tirar la llave,
Por tener el arrojo de creer que saben y un saber cojo.
Me enojo porque no tienen perdón pero te pido,
También he sido cómplice, también viví dormido,
Danos un respiro cambiaremos prometido,
Prohibido repetir volver a ser quien hemos sido.
Perdónalos,
Por dejar que la violencia,
Corra más que la conciencia
Y sea siempre así.
Perdónalos,
Por las balas y los hombres,
Que disparan en tu nombre,
En este mundo gris.
Perdónalos por este mundo enfermo que agoniza,
Por no dejar que la justicia entre en los despachos,
Por Auschwitz y Ramallah,
Por la suela que nos pisa,
Por quien se ve obligado a amar
Oculto en un armario.
Perdónalos,
Por permitir que el hombre sea mercancía,
Y por hacer que un niño aprenda a disparar.
Por los estómagos vacíos
Y las vidas que ya no están.
Perdónalos. Perdónalos. Perdónalos.
Por haber perdido sus matices de divinidad
Y haber escondido sus raíces en su vanidad,
Por las cicatrices de la humanidad.
Por haber metido las narices donde no los llaman
Y haber golpeado y maltratado a los que se aman,
Por haber prohibido el amor libre,
Por la tumba al torpe,
Por la eterna culpa que sienten sin tener un por qué.
Perdónalos, son ciegos aunque no lo admitan,
Tienen la fuerza de un titán pero tiritan.
Se debilitan, supeditan su destino y voluntad
A la ansiedad de que cosas que no necesitan.
Y así les va, esclavos en el paraíso,
Soldados de Ares, víctimas de Dioniso,
Sumisos del televisor y sordos al compromiso,
Haciendo caso omiso del aviso
De que así son los caminos que nos hacen presos,
Inconexos dioses de la purga.
Escenificando horrores de una dramaturga,
Sin voces que nos hurgan a vivir a lo que surja.
Perdónalos por Stalingrado y las Ardenas,
Por Guadalcanal, hay sangre en nuestras venas.
Por tremendas masacres obscenas, centenas,
Por haber prometido a tantas Helenas
En contra de su voluntad, marchitada inocencia,
Mecenas con las arcas llenas por la providencia,
Escenas que nos estremecen y ¿Quién nos creerá?
Si apenas queda transparencia en nuestra atmósfera.
Y es verídico, somos adalides de lo cínico,
Descorazonados por lo empírico,
Tan preocupados por respuestas que no llegan nunca,
Que ya hemos olvidado las preguntas.
Perdónalos,
Por dejar que la violencia,
Corra más que la conciencia
Y sea siempre así.
Perdónalos,
Por las balas y los hombres,
Que disparan en tu nombre,
En este mundo gris.
Perdónalos padre por su indiferencia y su codicia,
Por no enfrentar al mal si ese mal les beneficia,
Por el agua, por la asfixia simulada,
Porque cada vez que daban esperaban de vuelta algo más que nada.
Por dejar campar a la miseria y la desgracia,
Dueñas de las calles de Los Ángeles o Francia,
Los lujos de Bizancio fueron cárceles de Tracia,
Por cambiar cooperación por eficacia.
Por la mafia y su vendetta, los Balcanes y balcones con metralla de escopeta,
Los cartuchos de Beretta haciendo siluetas crueles en las pieles,
Por la fe dogmatizada de tus fieles.
Por los bienes por encima de los quienes,
Por los dólares, los euros y los yenes,
La quema de volúmenes en piras que lloraron las estrellas,
Tratando de callar a los poetas y sus epopeyas.
Por las sombras que dejaron nuestras huellas,
Por las 192 de Atocha, va por ellas,
Y por decenas de miles en Oriente Medio,
Por hacer que la muerte ahora tenga premio.
Tenemos un problema Houston,
Si amenazamos censuramos genios como Newton,
Los abocamos con el miedo a la mentira
Y a la farsa eterna,
Sabiendo que nos matan si entramos de nuevo en La Caverna.
Perdónalos por asesinar al disidente, ¡ojo!
Fuera antisemitismo o terror rojo.
Por echar el cerrojo y tirar la llave,
Por tener el arrojo de creer que saben y un saber cojo.
Me enojo porque no tienen perdón pero te pido,
También he sido cómplice, también viví dormido,
Danos un respiro cambiaremos prometido,
Prohibido repetir volver a ser quien hemos sido.
Perdónalos,
Por dejar que la violencia,
Corra más que la conciencia
Y sea siempre así.
Perdónalos,
Por las balas y los hombres,
Que disparan en tu nombre,
En este mundo gris.
Perdónalos por este mundo enfermo que agoniza,
Por no dejar que la justicia entre en los despachos,
Por Auschwitz y Ramallah,
Por la suela que nos pisa,
Por quien se ve obligado a amar
Oculto en un armario.
Perdónalos,
Por permitir que el hombre sea mercancía,
Y por hacer que un niño aprenda a disparar.
Por los estómagos vacíos
Y las vidas que ya no están.
Perdónalos. Perdónalos. Perdónalos.
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